ENSAYO FINAL - EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA

Introducción 

En la actualidad son muchos los países que presentan como problemática el embarazo en adolescentes, en lo que se involucran aspectos culturales, sociales y económicos. Países como México y Chile encabezan los mayores índices de embarazos en adolescentes entre los 15 y 19 años según La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Lo que más llama la atención, es que se trata de países latinoamericanos, lo que indica que existen factores similares en cuanto a cultura, pobreza, drogadicción, prostitución y gobiernos que presentan factores de corrupción, abandono o delegan estos aspectos importantes.

Colombia por su parte se convirtió en miembro de la OCDE el 28 de abril de 2020, siendo este el 37° miembro en ser parte de la Organización, concluyendo un proceso de adhesión que inicio desde el 2013. Según la ((OCDE), 2020), indica que: Los países miembros de la OCDE invitaron a Colombia a afiliarse a la Organización en mayo de 2018. La invitación se hizo después de un proceso de adhesión de cinco años, durante el cual se sometió a revisiones en profundidad por parte de 23 Comités de la OCDE y puso en marcha reformas estructurales para armonizar su legislación, sus políticas y sus prácticas públicas a las normas de la OCDE, en particular sobre cuestiones laborales, de reforma de su sistema de justicia, de gobierno corporativo de las empresas de propiedad estatal, de anti-soborno, de comercio, así como de establecimiento de una política nacional sobre químicos industriales y gestión de residuos.”

Por lo tanto, abordaremos más a fondo este tema, planteándonos que aportes tendrá esta adicción y de qué manera permitirá al país abordar la problemática planteada del embarazo en adolescentes y los compromisos que adquiere el país al hacer parte de la Organización.

Objetivos

Se pretende dar a conocer al lector, el planteamiento de un problema que luego de un análisis y documentación se estudia desde los diferentes puntos de vista que permitan llevar a cabo la exposición de una o unas posibles soluciones frente a las problemáticas planteadas, de manera objetiva y critica. Para ello, se analizará las causas y efectos del embarazo en adolescente.

El embarazo en adolescentes

La vida moderna nos ha traído un sin número de avances en cuestiones tecnológicas, sociales y culturales. Desde el auge con las redes sociales, los llamados “influencers y youtubers”, la nueva generación musical y su “perreo” desenfrenado al escuchar música como el Reggaetón; temas de moda y gustos, en una carrera por poseer el ultimo celular o computadora que lanzo “x” compañía.

Hoy por hoy nos vemos envueltos en una vida llena de consumos y placeres, de presiones sociales, culturales y familiares. En un entorno en donde las amistades pueden ser las mejores compañías de la adolescencia o convertirse en los verdugos más crueles a través del “bullyin”, presión para el consumo de drogas, alcohol y tabaquismo, actos sexuales, entre otros.

Y es justamente allí, donde derivan las problemáticas de una adolescencia llena de excesos y desbordes de consumo, con una accesibilidad tan a la mano que cualquiera de los factores mencionados anteriormente se vuelven volátiles a cualquier edad, desencadenando una reacción en cadena, pues una cosa lleva a la otra sino se previene, sino se educa, sino se informa.

Así pues, vemos como en las instituciones educativas, compañeros de estudio peguntan a otros si ya tuvieron sexo, si fuman, si se asistirá a la “rumba” que se organizó, si ya se consume algún tipo de sustancia sicoactiva; porque aquel que no accede a uno de todos de los ofrecimientos, fácilmente podrá caer en un ataque de “bullyin” de sus compañeros y entorno social, y difícilmente puede llegar a pensar en hacer parte de un grupo de amigos que le acepten.

Es así como una de las principales causas del embarazo en la adolescencia, se relaciona con el inicio de relaciones sexuales a temprana edad y sin métodos de anticoncepción o el uso erróneo de los mismos, por lo que requiere que se implementen políticas educativas que orienten y enseñen una sexualidad con responsabilidad.

El consumo de drogas y bebidas alcohólicas, como factor detonante que induce a la práctica de relaciones sexuales sin responsabilidad, por impulsividad, deseo, etc. La presión social como fuente de aceptación en el círculo y entorno que les rodea. La desinformación y falta de educación sexual por parte de padres, docentes y el estado de gobierno, con políticas que permitan un acceso más fácil, optimo y oportuno a los servicios de salud sexual y reproductivos.

Como bien se menciona, estas son las principales causas del embarazo en adolescentes, pero también hay indicadores que aumentan el riesgo, como lo indica (Accion, 2018) “un desarrollo sexual temprano, carencias en el núcleo familiar o padres y madres adolescentes, o abusos sexuales y violaciones”.

La inmadurez, dificultades en el acceso a servicios de salud sexual y reproductivos, educación oportuna y de calidad, factores sociales y económicos como la pobreza, son factores que generan el aumento de esta problemática, e infieren en la población de riesgo en diferentes zonas geográficas tanto locales como externas.

La adolescencia trae consigo sus propias etapas complejas, como indica (Rodríguez, s.f.)  presidente de la Sociedad Colombiana de pediatría, “aunque cuenta con elementos suficientes para conocer y entender cómo es el mundo que le rodea, el organismo atraviesa por muchos cambios tanto físicos como mentales, los cuales en muchas ocasiones no son comprendidos al 100%. Entre dichos cambios se encuentra el despertar y querer iniciar una vida sexual activa, para lo cual hay distintas opciones de acuerdo a la educación brindada en el hogar, la escuela o de acuerdo a la presión social en la cual se desenvuelva la adolescente.”.

Teniendo en cuenta lo mencionado en el párrafo anterior, se puede señalar que la razón principal de esta problemática recae en el tipo de educación que se recibe dentro del núcleo familiar, dentro de las aulas de clases y la información que el gobierno brinda a través de diferentes mecanismos o planes de acción, como los servicios de salud.

En consecuente, se plantea como una forma de solución en la prevención del embarazo en adolescentes, el fortalecimiento de estos agentes principales en cuanto a la educación impartida al adolescente, en (Quezada et al., 2020) se propone que dichas formas de prevenir el embarazo debe venir acompañada de una serie de políticas como promoción de la anticoncepción, ligada a mejoras del rendimiento educativo y la disminución del alcohol y drogas.

Autores como (Sosa-Sánchez, 2020) analiza la problemática y aborda el tema desde una perspectiva moral y sexual, a su vez que reflexiona sobre la desigualdad social que este problema trae consigo y las políticas que permiten que se desarrolle de esta manera en la sociedad. En (MARTINEZ-SARAVIA, 2021) se plantean los efectos del embarazo en la adolescencia a largo plazo que tienen la madre y el recién nacido en etapas posteriores de la vida.

Y es que, continuando con la desinformación y la falta de educación en el ámbito sexual, el desconocimiento o el no uso de métodos de anticoncepción como una de las principales barreras para prevenir el embarazo en adolescentes, no permite que esta problemática se pueda mitigar de una manera más eficiente si no se comienza por abordar estas principales razones.

Pero no se trata solo de la prevención del embarazo, pues en consecuencia de esto se registran, a su vez, un elevado índice de casos de infecciones de transmisión sexual por el no uso de preservativos y son las adolescentes las principales víctimas de estos casos, como lo señala (Guerrero et al., 2012) “Las adolescentes son, además, las primeras víctimas de las enfermedades sexualmente transmisibles, cuya cantidad de casos se estima en 300 millones cada año”.

Además de lo planteado anteriormente; la carencia de brigadas de salud sexual y reproductiva efectivas, la falta de campañas en prevención del embarazo o infecciones de transmisión sexual (ITS), a través de los medios de comunicación y aprovechando la era tecnológica con el auge de las redes sociales, que permiten llegar de forma más directa a los adolescentes; siendo esto un compromiso tanto en hombres como mujeres en esta etapa de la vida.

Esto que se acaba de señalar, trae a mi criterio un recuerdo en la prevención del SIDA realizado por el Ministerio de Salud y Protección Social, por allá en el año 95’, en el que se pretendía por medio de una campaña en la que se utilizaron unos personajes muy peculiares, en el que disfrazados de “pollos” indicaban que “SIN CONDON, NI PIO” y de esta manera llegar a la población colombiana en general, para el uso del PRESERVATIVO, como se puede ver en (SIDASTUDI, 1995).

Campaña que, a mi modo de ver, se puede contextualizar en la prevención del embarazo en la adolescencia, ya que su fin era el uso de uno de los métodos de anticoncepción que existen, llamado por ello de doble protección, como señala (Daniela Chueke Perles, 2019) en entrevista con la Doctora Sandra Magirena, ginecóloga, sexóloga y experta en sexualidad infantojuvenil, que cita lo siguiente: “La doble protección consiste en la utilización de un método de barrera como el preservativo para evitar las infecciones de transmisión sexual (ITS), entre las cuales se encuentra el VIH/SIDA y, en simultáneo, se recurre a un método anticonceptivo para evitar un embarazo”.

Por otra parte, el concepto de amor es otra de las variables que conlleva a el inicio de la actividad sexual a temprana edad; jóvenes en su adolescencia llena de inmadurez, con ciclos hormonales que se elevan rápidamente y en consecuente su manifestación a nivel físico como el acné y el desarrollo de sus órganos sexuales reproductivos.

Son factores dentro de esta variable que se pueden agregar al concepto que en plena adolescencia se puede confundir con el llamado amor, como el análisis semántico presentado en (Trejo-Lucero et al., 2012) donde se encuestaron 807 adolescentes embarazadas y se analizó el lugar en donde ocurrió su primera relación sexual, las condiciones en que se presentó, por ejemplo, si hubo alcohol y drogas, a la vez que se indago sobre el conocimiento y empleo en métodos anticonceptivos.

Entre los resultados se obtuvo que el 54% de las encuestadas nunca habían hablado con sus padres acerca de embarazo o sexualidad, el 12% desconocía los métodos de anticoncepción, las encuestadas indicaron que su primera relación ocurrió después de los 15 años, el 70% manifestó no haber planeado su embarazo, aunque el 62.3% lo definió como felicidad al enterarse.

Cabe señalar, que dentro de los factores que se han mencionado, se encuentra las condiciones sociales y económicas, de lugares de residencia o zona geográfica en la que habitan, por lo que es pertinente señalar que dentro de las variables que se han mencionado, se puede añadir las de violencia de género, en (Bersanbé, 2009) se aborda este tema y se señala que “El embarazo precoz resulta ser la suma de una serie de acontecimientos biológicos, sociales, económicos y culturales”.

En (Margarita Acostn-Murcia et al., n.d.) se puede ampliar el análisis semántico realizado al amor mencionados anteriormente y a su vez las consecuencias del embarazo en adolescentes en el estado civil de la madre. También en  (En et al., n.d.) se analiza las consecuencias   en el estudio, estado civil, la estructura familiar, ocupación y proyecto de vida.

Hasta el momento se han analizado las diferentes variables, sus factores, efectos y consecuencias del embarazo en la adolescencia. Pero surge la pregunta: ¿qué ha hecho el estado colombiano para mitigar esta problemática y cuál es su posición frente a la situación actual?

Con el fin de dar respuesta a la incógnita mencionada, me he basado según lo señalado en la semana Andina de Prevención del Embarazo Adolescente 2021, en el que se informa que Colombia reporta un descenso constante en los casos que se presentan de embarazos en niñas y adolescentes, tanto en la zona urbana como rural. Sin embargo, los estudios realizados en 2018 indican que aún existe una brecha entre estos, como se señaló en el artículo publicado en la página del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, 2021) que indico lo siguiente, “Según los resultados del estudio poscensal Fecundidad en la Niñez y la Adolescencia 2021 de UNFPA y DANE Colombia, que analiza los embarazos en niñas y adolescentes a partir del censo 2018, el 21,7% de las jóvenes que tenían 18 años al momento del censo ya eran madres, el 31,2% en zonas rurales y el 18,3% en urbanas. Esta brecha incluso se amplía en relación con los embarazos subsiguientes, puesto que el 1,7% de estas jóvenes a los 18 años ya tenían dos hijos/as; el 2,7% en zonas rurales y el 1,3% en zonas urbanas”.

Además, agrega que para el 2020, se muestra una continuidad en esa tendencia, la cual se incrementa en los grupos más vulnerables y dejados atrás, danto a entender esto que, como se ha señalado anteriormente siguen siendo las poblaciones de menor recursos, carentes de acceso a educación oportuna y de calidad, en zonas abandonadas las que sufren más la tendencia a reportar un aumento en los casos.

Continuando con el análisis de la participación del estado colombiano frente a esta problemática, se resalta el que se adelantan acciones por parte de la Comisión Nacional Intersectorial para la Promoción y Garantía de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, liderado por el Ministerio de la Salud y Protección Social, a su vez que cuentan con la participación del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), por lo que para el presente año 2021, se promueve la Educación Integral en Sexualidad – EIS.

Y es entonces, que con esta estrategia se busca garantizar un derecho en la prevención y reducción del embarazo en la adolescencia. Señalando que la EIS tanto dentro como fuera de la escuela, tiene un rol fundamental.

También se expresa que el país debe fortalecer los esfuerzos para eliminar todas las violencias de género, incluida la violencia sexual y los matrimonios infantiles y las uniones tempranas y forzadas (MIUTF), del que se habla y se puede ampliar el contexto en (UNICEF, 2020).

Es que contrario a lo que se piensa, el desconocimiento frente al tema es alto, pues es muy poco lo que habla acerca de uniones maritales infantiles, sin embargo, en (UNICEF, 2018), se habla de que se adelanta un programa que permita poner fin a este hecho y se expone que América Latina y el Caribe ocupara el segundo lugar en lo que refiere al matrimonio infantil y uniones tempranas para el año 2030.

En (UNICEF, 2019) mediante litografía, se presentan las estadísticas frente a la protección contra la violencia y explotación infantil, siendo esto uno de los factores más elevados de la población vulnerable, pobre y abandonada que conlleva al aumento en la variable de maltrato infantil y por consiguiente permite que se continúe repitiendo casos como los de violencia sexual y matrimonios infantiles.

Antes de finalizar, cabe recalcar que Colombia, a través del Ministerio de Salud y Protección Social reporto para el mes de septiembre de 2021 una disminución en la tasa de embarazos de 4,17 puntos entre 2019 y 2020. Pasando de 57,95 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años en 2019, a 53,78 nacimientos por cada 1.000 mujeres del mismo rango de edad para el 2020, según (minsalud, 2021) que además indico "La reducción de la tasa de embarazo en adolescentes refleja una labor importante, y destacó que Colombia mantiene un descenso representado en más de 8.700 nacimientos anualmente, lo que muestra los efectos de las intervenciones realizadas a nivel intersectorial para afectar los determinantes del embarazo adolescente".

Debe tenerse en cuenta que el fortalecimiento de planes de acción como programas de planificación familiar, como se habla en (Ford, 1983), son bases que se requieren para futuros proyectos y prácticas que se quieran implementar en cuanto a planificación familiar.

Entonces, se requiere de esfuerzos para educar, orientar, acompañar y seguir fomentando la anticoncepción como principio de vida, como principal opción responsable, la utilización de métodos anticonceptivos como se habla en (PUBMED, 2001), pero también como prevención a segundos o más embarazos en adolescentes, en (Ashington & Klerman, 2005) se habla de que una adolescente en su primer embarazo se puede deber a desconocimiento en métodos de anticoncepción, pero una joven que ya ha sido madre, tiene una visión diferente de lo que esto significa, entre sabiendo que es una responsabilidad.

Para finalizar, las variables nos permitieron definir los conceptos y puntos principales de las causas y efectos del embarazo en la adolescencia, esperando que el gobierno y los diferentes agentes que puedan intervenir en la disminución de los casos tanto del embarazo como la violencia de genero.

Conclusiones

Diferentes organismos traban arduamente día a día con el fin de mitigar las causas que llevan a un embarazo precoz en la adolescencia. La lucha contra la desigualdad, violencia de género, maltrato y explotación infantil, zonas de abandono o altamente vulnerables a sucesos como los mencionados.

Es necesario seguir fortaleciendo los programas que se pueda desarrollar frente a educación sexual por parte de padres, escuelas y diferentes organizaciones del estado, garantizar un acceso oportuno y de calidad a educación y a servicios de salud sexual y reproductivos.

Resaltar la importancia de la responsabilidad que se debe tener en anticoncepción y planificación familiar, el apoyo del entorno familiar fundamental como crianza en la adolescencia y el acompañamiento de parte del gobierno especialmente con las zonas más abandonadas o de mayor impacto en las zonas en que los índices son elevados y repetitivos. 

Presentar las herramientas y educar de una mejor manera al adolescente, para que pueda de manera más responsable decidir un proyecto de vida, teniendo bases sólidas que le permitan disfrutar su adolescencia, culminar sus estudios, adquirir un trabajo estable y bien remunerado que le permita conformar un hogar con garantías.

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